En la era digital el entretenimiento físico tiene otra suerte de sensación. Este fue un invento de Ernő Rubik. Quien no pensó el cubo como un juguete, por el contrario fue concebido como una herramienta de enseñanza para demostrar de manera práctica el movimiento tridimensional. Esto significa que la popularidad del cubo trascendió las paredes del aula de arquitectura de Rubik y llegó a los hogares como un rompecabezas que pedía a gritos lógica matemática para ser resuelto.
Pero además de lo entretenido tiene sus beneficios:
- Fomenta la creatividad, ya que es necesario buscar diferentes soluciones con el fin de lograr finalizar el rompecabezas con éxito. Esto, además, desarrolla la capacidad de resolución.
- Fomenta la paciencia y la perseverancia, así como la atención y la concentración.
- Fomenta la ejecución de estrategias: tendrán que crear una estrategia muy buena para lograr dar todos los pasos necesarios y acabarlo.
Aunque el Cubo de Rubik comenzó siendo un dado de seis caras, en la actualidad se han desarrollado multitud de versiones con diferentes formas, número de caras y niveles de dificultad.
Cubo de Rubik: La variante clásica del Cubo de Rubik sigue siendo el juguete más vendido del mundo. El objetivo es conseguir que todas las caras tengan un color uniforme y para conseguirlo existen diversos tutoriales (aunque siempre podremos optar por pensar). Actualmente han salido al mercado modelos similares con las esquinas más o menos redondeadas y con imanes que facilitan los giros.