Hest surgió como un proyecto por el 2019, yo estaba necesitando descargar tensiones de la residencia de traumatología y siempre tuve contacto con las máquinas y la madera gracias a mi abuelo materno y mi viejo. De chico siempre me gustó construir, inventar, armar cosas, etc. Así que en el 2019 empecé con algunas herramientas de mi viejo y algunas mías, todas de mano, ninguna maquina salvo el taladro. Durante la pandemia pasé mucho tiempo en casa y ese fue el catalizador para arrancar a hacerme muebles que necesitaba: unos canteros de huerta urbana, un living de exterior de pallet, una biblioteca con bodega para los vinos. Cuando se abrió la cuarentena y los vecinos me querían asesinar, no me quedó otra que dejar las máquinas en el garaje de mi vieja y suspender. Hasta que en una crisis fuerte de mi profesión encontré un lugar en una casa que había sido de mi abuela,  y surgió mi primer taller con mi primera ingletadora.

Eventualmente encontré laborando y un día vino a visitarme mi compañero de trabajo y amigo, Guille. Y cuando encontramos muchos puntos en común decidimos hacer algo enserio para tener algo propio lejano a la medicina, que nos trajera tanto alegrías como desafíos, y ahí salió a las redes Hest.

Tal vez nuestro caballito de batalla sea una silla ergonómica para la salud de la espalda, pero más allá de eso la medicina y los muebles no se tocan. Podríamos decir que la carpintería nos influyó en la traumatología porque las máquinas y los principios físicos son iguales, pero esterilizadas. Realmente alguien encontró en la carpintería la respuesta a cómo funciona la distribución de cargas del esqueleto y las soluciones ya estaba creadas. Creo que la carpintería me conectó con la traumatología y el paciente desde otra veta, me hizo disfrutarla más, y apreciar al paciente tanto como cliente como sujeto a restaurar. Uno tiende a pensar en la medicina como pura vocación y otredad, pero es una profesión como cualquier otra donde hay horizontes que hay que marcar y donde si no se encuentra el disfrute uno lo hace mal y tiene malos resultados.

Mucho mejor de lo que nos despidió por suerte. Tenemos muchas expectativas que no queremos quemar, esperamos

encontrar un camino para trabajar como proveedores de muebles, ventas al por mayor, venta al público, exposiciones de venta y hacernos más conocidos, en una de esas quien te dice podemos dejar de hacer guardias.

Para todo eso tenemos la mente centrada en formarnos mejor en cómo administrarnos y profesionalizarnos más en nuestras herramientas de carpintería y trabajo con hierro.

Si, tenemos en mente abrir divisiones de muebles minimalistas, muebles

vintage y muebles ergonómicos… estamos en proceso de ideación.

Soñar es gratis y a mí siempre me gustó exagerar y pensar en grande, de alguna manera me motiva, Guille es un gran impulsor de todo el proyecto e inyecta muchísima energía y soluciones, siempre anda diciendo por ahí que hay que pensar en grande. Así que la verdad, soñamos con una empresa que venda al interior y al exterior del país.

Libertad, introspección, creación.

Me hubiera gustado que me digan que sea valiente y me mande mucho antes, pero es un camino de autodescubriento.

Amigarse con el Excel, leer mucho, hablar con todo el mundo y ser manija.

No hay como trabajar y hacer cosas con tus propias manos, como a uno le gusta y como a uno le pinta. Es clave estar organizado y tener un muy buen compañero de laburo que te complemente.