La impresión 3D ha tenido un explosivo crecimiento desde los primeros años del siglo XXI. Antes confinada a las grandes empresas, su uso se ha generalizado a medida que su costo disminuía, llegando incluso al nivel del “hágalo usted mismo” con kits de relativamente bajo costo (alrededor de USD 500). 

Al variar los materiales usados para la deposición por capas, las impresoras 3D permiten la fabricación tanto de prototipos como de elementos en pequeñas cantidades, a medida y a pedido, lo que puede revolucionar los procesos de producción distribuyéndolos en los hogares.

Kikai Labs tuvo el orgullo de ser la primer empresa en introducir la tecnología de fabricación 3d de tipo FDM a la Argentina con productos de diseño y fabricación propia.

Nuestras impresoras eran aptas para uso en la industria, en educación y por emprendedores de todo tipo. Fuimos pioneros con la impresora M11. Lamentablemente por falta de financiación y otros problemas, la empresa no pudo seguir adelante y cerró en 2016.